
Nuestra conciencia tiene un alcance que va mucho más allá de nuestra imaginación. Un despertar en el plano material es un paso importante. Pero profundizar en la Creación y darse cuenta de que somos Dios experimentando dentro de Dios es un despertar de la conciencia a un nivel mucho mayor que en algún momento de nuestro proceso evolutivo experimentaremos.
Este es un nuevo comienzo, pero para Anna, la protagonista del libro, es la continuación de su viaje. En sus anteriores experiencias se centró en la expansión de su conciencia, pero en las que continúan descubrirá qué significa realmente ser Dios experimentando dentro de Dios.
Anna fue, en su momento, una joven Alma con una gran necesidad de experimentar y adquirir conocimientos que, a lo largo de su camino evolutivo, fueron convirtiéndose en sabiduría. Tras muchas vivencias y experiencias tanto en sus diversas encarnaciones como en planos más sutiles, Anna adquirió la conciencia necesaria para cumplir la misión que tenía como Alma y, pasando por viarias etapas donde desempeñó su labor como guía de distintos modos, llegó a asumir la misión de ser guía instructor, donde tuvo la oportunidad de guiar a jóvenes Almas como ella lo fue en su momento.
Puesto que su conciencia había crecido, su necesidad de adquirir nuevos conocimientos se volvió más profunda, y las preguntas que se hacía a sí misma adquirieron una trascendencia mayor aún. «¿Cuándo fue Dios consciente de su propia conciencia?». Esta es la pregunta que nos llevará a acompañar a Anna en un nuevo viaje donde los aprendizajes que comparta con todo aquel que realice este viaje con ella sean más profundos, donde tratará de descubrir el origen de la conciencia de Dios y la sabiduría que existe detrás de toda la creación que, finalmente, resultará ser más amplia de lo que en un principio creía. Bienvenidos a la extensión de Trilogía un Alma Joven; bienvenidos a Trilogía Conciencia de Dios.